Las buenas acciones dan fruto hasta en las menores escalas

EL PAÍS

Resulta una mueca burlona de la historia que el economista Howard Bowen, autor de La responsabilidad social empresarial (1953), fuera defenestrado de su cátedra en la Universidad de Illinois, acusado de socialista. Hoy sus ideas de vanguardia, lejos de considerarse contrarias al mercado, laten con fuerza en el espíritu de la ONU, cuyas iniciativas promueven el papel de las compañías en los logros sociales y medioambientales, a través del llamado Pacto Mundial.

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