Los riesgos están claros: ahora toca combatirlos
Forética
Imaginen conducir por una carretera secundaria junto a la costa. Tras un tramo de línea recta observan a lo lejos una curva cerrada que bordea un precioso acantilado. Como experimentados conductores anticipan la situación y, con un suave giro, a la velocidad adecuada, superan la curva y siguen disfrutando del paisaje.